Salmo 91 y San Miguel Arcángel por la protección contra todo mal

Existe una oración a la que puedes recurrir cuando quieres protegerte del mal. Rezar el Salmo 91 es una gran ayuda en tiempos malos. Cuando lo haces a través de San Miguel Arcángel puedes conseguir paz en esos momentos de angustia. Realiza con fe esta plegaria fundamentada en la Biblia.

Salmo 91 y San Miguel Arcángel por la protección contra todo mal

Amado San Miguel,

Señor fuerte y poderoso,

Ruego a ti en este momento,

Pidiéndote protección contra todo mal,

En medio de la tormenta,

Del caos que me acosa,

Según la perfecta voluntad de Dios,

Elevo esta oración

Con la seguridad que me cuidas,

Ayúdame en este problema.

Bajo el abrigo de Dios necesito estar,

Intercede a mi favor, San Miguel,

Permite que viva bajo tu sombra,

Con esperanza espero mis promesas,

Ayúdame, arcángel amado,

No dejes que sea capturado por el cazador,

Por el enemigo de nuestras almas,

La peste que destruye,

Cúbreme con tus alas,

Para que así me sienta seguro,

No siento temor de la noche,

Ni a los problemas del día,

Gracias arcángel amado,

Cobíjame con tu manto sagrado,

Así nada puede hacerme daño,

¡Estoy protegido!

La gente de mal no prevalecerá contra mí,

Sin importar quienes sean,

Ni las maquinaciones que hagan,

Porque Dios me cuida,

Y tú intercedes a mi favor con denuedo,

Los malos tendrán su recompensa,

Me llenas de esperanza,

Porque sé que mis plegarias Dios escucha,

Él es mi morada,

Envía a los ángeles para que me cuiden,

Que resguarden todas mis sendas,

Para que me amparen,

Así no tropiece en ningún camino,

Mis pies van por caminos seguros,

Venceré sobre todo espíritu del mal,

Sobre la mentira y la falsedad,

Las tentaciones del enemigo,

Pasaré por encima de todo mal.

Te pido tu cuidado eterno

Que me tengas entre tus manos,

En tu resguardo siempre me sentiré seguro,

Nada me atormenta,

Me libras de lo que no entiendo, ni sé,

Haces que Dios me escuche,

Cuando lo llamo en medio de esta urgencia,

Oyes mis palabras,

Acudes a mis ruegos,

Tu santa presencia me colme,

Me apoyas en la angustia,

Ayudador eterno,

Velas por mí,

Por eso, sé que Dios me cuida con amor,

Que me libra y levanta,

Con su gracia me ha cubierto,

No tengo dudas de ello,

Agradecido de ti me siento.

Amado San Miguel Arcángel,

Poderoso y misericordioso,

Me muestras la salvación de Dios,

Eso acrecienta mi fe,

Alimenta mi espíritu,

No tengo dudas de ello,

Me sacias de una vida próspera y abundante,

Llena de toda bendición,

Nada me toca,

Ni Satanás, ni sus demonios prevalecen contra mí,

Porque te encuentras a mi lado,

Como una fortaleza,

Eres muralla fuerte,

Castillo inquebrantable,

Que me custodía a toda hora,

No estoy solo,

Agradecido me siento de ti

Misericordioso San Miguel Arcángel,

Amén.