Oración para romper maleficios, hechizos y envidias

Existe un mundo espiritual de maldad que no podemos percibir con nuestros ojos humanos. Muchas personas se valen de él para causar daño a otros. Por eso, todos los días necesitamos orar, y así conseguir la protección de Dios. Libérate de toda influencia maligna realizando esta plegaria para romper maleficios, hechizos y envidias.

Oración para romper maleficios, hechizos y envidias

Amado Dios, con reverencia me acerco a ti,

En este momento te necesito,

Porque estoy en una difícil situación,

Soy objeto de fuerzas que no veo, ni puedo percibir,

Pero sé que Tú me salvarás de ellas,

Con tu amor y protección,

Quiero que tu poder me cubra,

Eres más fuerte que este mal,

Creo en ti, mi Dios amado,

Mi ayuda viene de estar en tu presencia,

Por eso, elevo mis ojos al cielo,

Sé, cómo dice Salmo 121,

Que no me dejarás caer, ni permitirás que yo resbale,

Gracias Dios, porque siempre estás presto a escucharme.

Envía ángeles guerreros y poderosos a mi alrededor,

Para que me protejan de quienes obran en mi contra,

De aquellos que maquinan acciones siniestras,

Que usan a Satanás y su corte para dañar,

Mándalos cerca de mí,

Para que así yo no reciba daño alguno,

Aun cuando el mal quiera perseguirme y perjudicarme,

Tú rompes los maleficios y palabras de perversidad declaradas,

No importa quién lo haga o diga,

Sé que nada puede alcanzarme,

Porque eres un escudo poderoso,

Nadie me tocará,

El mal se aleja de mi existencia.

Revierte todo maleficio lanzado sobre mí,

Ningún espíritu asignado podrá causar daño,

Se quebranta todas las acciones y pactos de maldad,

Cada palabra y maldición convocada

Que quiera tocarme y provocar perjuicio,

Así como toda acción respaldada por el enemigo,

Te pido que con tu luz me alumbres,

Para que las sombras de maldad se desvanezcan,

Rompe cada pacto de sangre,

De agua y fuego,

Completo o parcial,

Todo enterramiento, ritual y acción mágica,

En el nombre de Dios son anulados en este momento,

No tienen poder alguno sobre mi vida y la de mi familia.

Tú, mi Dios, me proteges de todo el mal que acosa mi existencia,

Desde ahora y para siempre,

Permaneces a mi lado todo el tiempo,

No me has abandonado en esta situación,

Estoy en tus manos,

Ningún conjuro, brujería, santería y palería

Tendrán influencia alguna,

Mis bienes están protegidos,

Mi trabajo y seres queridos,

Mis bienes no serán menoscabados,

Los espíritus de maldad no se acercan,

Anúlalos, que su poder no tenga influencia,

Ni generen destrucción, daño o turbación,

Las plagas convocadas contra mí no prevalecen,

De día estoy protegido y de noche me cubres,

La sombra protectora de tu presencia no me abandona,

Tus alas me cubren, escudo mío y custodio,

En ti soy fuerte, mi Dios,

Ningún hechizo me perturba,

Los espíritus designados no tienen autoridad,

Por eso, tú los retienes, los alejas,

Me fortaleces, no desmayo por el temor,

Porque estás cerca de mí,

Nada puede vencerme,

Estoy fuerte, porque permanezco a tu lado,

No me debilito,

No caigo ante el mal,

Tus hijos están protegidos,

Gracias, mi Dios amado.

Convoco a los ángeles protectores,

Al arcángel Miguel, guerrero poderoso,

Para que libre la batalla por mí,

Declaro que sus huestes y ejércitos celestiales luchan por mí,

Sé que su rayo azul poderoso me guarda,

Que alejas toda energía negativa,

Así como todo pensamiento maligno dirigido hacia mi persona,

Guerrea con tu espada, corta toda la maldad,

Los seres malignos no prevalecen,

Porque tu gran poder los supera,

Abres mis ojos espirituales,

Para que vea la iniquidad y me aleje de esta,

Ninguna brujería podrá prevalecer,

Porque estás conmigo,

Eres mi amparo,

No dejas que la perversidad de Satanás me alcance,

Con el poder que Dios te ha dado,

Luchas esta batalla y rompe con toda acción espiritual del enemigo,

De esta situación me sacarás victorioso,

Nada podrá amilanarme,

No desmayaré por el temor,

Porque, aunque no veo a mis acosadores, estos me buscan,

Dame tu gracia, hazme invisible para el mal,

Poderoso enviado de Dios,

En ti confío siempre,

Porque el Padre te ha mandado con su infinito amor,

Para que seas mi custodio y guardián.

Arcángel Zadquiel, protector magnánimo,

Dios te envía a mí,

Transformas todo lo negativo en positivo,

Con tu rayo violeta cambias lo malo de mi vida,

Me liberas de las cargas,

Que personas inicuas han querido lanzar sobre mí,

Quebrantas los maleficios,

Los que quieren convocar maldiciones son entorpecidos,

Toda palabra que sale de mi boca es de bendición,

No participo de estas acciones,

Al lado de mi Dios consigo lo que quiero,

Declaro que todo trabajo espiritual es anulado por tu poder,

Arcángel que me cuidas,

No permites que nada malo me acontezca,

Gracias te doy, amado arcángel Zadquiel.

Arcángel Jofiel, poderoso y excelso,

Abres mi percepción,

Para que así pueda huir del mal,

De los seres espirituales y de las personas negativas

Que se reúnen para convocar el mal sobre otros,

Ayúdame a mantenerme al margen de estos seres,

Permíteme ver cualquier objeto que estén en mi casa,

Que haya sido ensalmado,

Para que desde dentro me cause perjuicio,

Deja que pueda verlo y sacarlo de mi entorno,

Que pueda destruirlo y bloquear su acción,

Libera mi vida de su influencia,

Gracias te doy, porque no me abandonas.

Me coloco ante ti, mi Dios,

Sabiendo que a tus oídos mis ruegos y palabras llegan,

Mueves tu mano poderosa a mi favor,

Por eso, quebranto el mal,

Sé que rompes con todo hechizo,

Sin importar su naturaleza,

Ningún demonio, aunque tenga alta jerarquía

Causará perjuicio en mi existencia,

Como dice Salmos 46, eres mi amparo en estos instantes angustiantes,

Aunque todo parezca oscuro y el mal remueva mi vida,

Nada podrá destruirme porque estás a mi diestra,

Amparo, protector y cuidador,

Amado Padre Santo,

Aunque la angustia me alcance,

Sé que saldré bien librado de esta situación,

Porque no hay nada que permanezca delante de tu trono,

No se mantendrá el mal ante el poderoso dominio de Dios,

Se quebranta todo maleficio,

Mi corazón estará en paz,

Mientras algunos convocan el mal,

Yo me levanto con fuerza,

Sin repetir estas acciones negativas,

Porque mi Dios permanece siempre conmigo,

Su luz alumbra mi camino,

Por eso, siempre llego a buen destino,

Gracias, Dios Excelso,

Porque entiendo, ¡no permitirás que me pase nada malo!

Mi Dios, aleja a las personas envidiosas,

Esas que siempre buscan perjudicar,

Sus corazones solo saben maquinar maldades,

Siempre entre las sombras andan,

Alrededor de quienes quieren el bien,

Se disfrazan sinuosos,

Engañan a los demás con sus máscaras,

Porque les gusta revestirse de luz,

Para engañar a los incautos,

Abre mis ojos espirituales,

No dejes que sea burlado por ellos,

Impide que se acerquen,

Estos enemigos ocultos están en todos lados,

Alrededor de mí como serpientes,

Esperando el momento para atacar,

Cuando menos me lo espere.

Mi Dios, amado creador,

Eres mi escondite más alto, como dice Salmos 16,

Me libertas de toda acción malévola,

Me aferro a ti como a roca fuerte,

Eres el poder que me rescata,

Con esta oración convoco tu fuerza,

Para quebrantar y romper con la maldición de personas envidiosas,

Porque obran en la oscuridad,

Para que en la luz sus malas obras causen destrucción,

Dañando la vida de otros,

En mi trabajo, entorno y vecindad,

Aleja a estas personas,

Quebranta sus obras inicuas,

Anula cada palabra declarada sobre mí o los míos.

De día y noche, en la calle y mi hogar,

Sé mi escudo ante estas fuerzas,

Porque los envidiosos para Satanás obran,

Sus manos no tiemblan para crear problemas,

Sus labios están prestos a declarar mentiras,

Sus acciones solo buscan destruir a los demás,

Cuídame de estos adversarios escondidos,

Saben crear planes sin que me entere,

Su estrategia es dañar,

Sin tomar en cuenta cada una de las consecuencias,

Anulas cada acción,

Los confundes para que todas sean entorpecidas,

Su saña no me alcanza,

Por más que se empeñen en ello,

Porque tú estás conmigo,

Me das la sabiduría para intuirlos,

Para saber quiénes son antes que obren,

De esta manera, no podrán confundirme,

No andaré en sus sendas de maldad,

No tropezará en sus trampas,

Ni con ellas podrán causarme daño alguno,

Gracias, mi Dios amado,

Tengo tu amparo,

Con amor fervoroso me cuidas de ellos,

Por eso, en ti creo,

A ti clamo todo el tiempo,

Porque los envidiosos sean quebrantados.

Dios, te manifiestas en mi vida y la de los míos,

Con tu poder calmas las tormentas,

Esas que han sido desatadas por personas inescrupulosas,

Estás a mi lado derecho e izquierdo,

Arriba y abajo, donde quiera que se posen mis ojos,

Como lo dicta el Salmos 23:

Aderezas mi mesa delante de quienes quieren causarme el mal y la angustia,

Me bendices con tu gracia,

Me levantas y revistes en presencia de los angustiadores,

Demostrando que el mal no prevalece,

¡El gran Dios de los cielos es más poderoso!

Las huestes espirituales se someten,

Todo envidioso y sus acciones son anuladas.

Gracias, mi Dios, Amado Creador,

Siempre estarás a mi lado,

Por eso, confiado voy a tu presencia,

No tengo miedo,

Mi corazón no desmayará,

Todo el tiempo clamo a ti,

Porque apartas el mal delante de mis pasos,

Como cuando Moisés abrió el mar por tu poder,

Así creas un camino para mí en este momento,

Aunque todo se vea oscuro la luz está conmigo,

Te amo, Señor, eres mi fuerza,

Declaro Salmos 18 sin cesar,

Proclamando que eres mi refugio y amparo,

Mi Salvador, el lugar alto al que acudo,

Porque nunca me dejas,

Siempre estás allí, y no me fallas,

Te manifiestas en mi existencia,

Estás en cada uno de mis pasos,

De bendiciones me llenas,

Por eso, los enemigos no prevalecerán contra mí,

Porque a cada lado y en todo momento me ayudas.

Glorificado eres mi Dios,

Me llenas de bendiciones,

Toda brujería, maleficio y daño se anulan,

Tu gracia está sobre mí,

De toda bendición de lo alto estoy pleno,

Tu gracia me sigue manteniendo,

Nada podrá vencerme,

Tu poder santo reside en mí,

Es el motor que mueve mi vida,

Me das la victoria sobre el enemigo,

Venceré sobre ellos,

No podrán prevalecer contra un hijo de Dios,

Creador del cielo y de todo cuanto existe en la tierra,

En ti creo,

Bajo tu cobertura me mantengo,

Me das la valentía para ganar esta batalla,

Nada me podrá tocar,

Permanezco ante tu presencia siempre,

Mi oración has escuchado,

Con fe proclamaré que me has rescatado de Satanás y sus demonios,

De todos aquellos que obran para y por él,

Las brujerías serán descubiertas,

Ninguna de ellas cumplirá su objetivo,

Fracasarán quienes han convocado maldición sobre mí,

Con tu armadura poderosa estoy cubierto,

Con tus alas me cubro, refugio mío,

Bajo tu sombra seré inquebrantable.

Mi fe crece cada día,

Sin importar cualquier cosa que suceda,

En lo bueno y en lo malo,

Firme estoy, me mantengo fortalecido,

Padre Poderoso, Maravilloso y Misericordioso,

Omnipotente, Excelso y Eterno,

Me redimes de todo mal,

No caeré en el abismo de oscuridad,

Mis pies no tropezarán,

Por sendas rectas siempre camino,

Por el camino correcto andaré todo el tiempo,

Tendré siempre la respuesta que espero,

No tengo dudas en mi alma,

Mi corazón se acrecienta,

La vacilación no prospera,

Sus semillas se secan,

Porque tu respuesta siempre es cercana,

Fortalece mi alma y me llena de paz,

La tranquilidad de saber que estás conmigo permanece,

Me dibujas una sonrisa,

Las lágrimas has secado de mis mejillas,

Por eso, siempre vengo a ti,

Sin importar que permanezca entre sombras,

Sé que alumbrarás mi panorama,

No pierdo mi norte,

Estrella de la mañana,

Protector y cuidador.

Tus ángeles has enviado,

Tus arcángeles me protegen,

Mi ángel de la guarda me acompaña,

No estoy sola,

Me rodea el gran poder de Dios,

Como soldados luchan por mí,

Para concederme lo que he pedido,

Plena seguridad en ti siento,

Toda obra de mal ha sido eliminada,

Nada me quebrantará,

Proclamo tu nombre con fuerza,

A los cuatro vientos y con plena fe,

Sabiendo que pronto recibiré mi recompensa,

Entendiendo que toda maldición ha sido anulada,

Esta plegaria recibe contestación,

Nunca me fallas,

A tus hijos llenas de amor,

Todos verán la obra,

Las lenguas serán selladas,

Toda palabra maliciosa se callará,

Los que hacen el mal verán mi recompensa,

Tendrán que enmudecer,

Verán el testimonio de tu poder,

Del cuidado que brindas a quienes te aman.

Gracias mi Dios, amado Padre,

Luchas por mí,

Soy poderoso en ti,

Vences aquello que es más fuerte,

Como humano soy débil,

Pero en ti mi espíritu está lleno,

Mi corazón reposa,

Mi alma se viste de gozo,

Tendré mi respuesta,

Pronto será declarada,

Mis enemigos verán su resultado,

Mientras yo recibiré paz y tranquilidad,

El reposo es mi recompensa,

El descanso de mi espíritu es el regalo,

Estaré pletórico de dones,

Lograré todo lo que me he propuesto,

Nada se interpondrá en mi camino.

Mi Dios Altísimo,

Con fuerza te bendigo,

Daré testimonio de tu poder,

El enemigo se esconderá de ti,

Huirá y no prevalecerá,

Será arrojado como lo hizo el arcángel Miguel,

Cuando lanzó al diablo de los cielos,

Junto a todas sus huestes de maldad,

Creo que mis ojos lo verán,

La derrota es inevitable,

Los envidiosos recibirán el fruto de sus semillas,

Tendrán la recompensa por sus obras,

Mis ojos lo verán,

Ellos observarán mis bendiciones,

Como hijo de Dios recibiré su amor,

Seguiré inquiriendo ante ti,

En lo bueno y en lo malo,

La derrota del enemigo es inminente,

Todo maleficio quedará bloqueado,

Las intenciones perversas serán anuladas,

Muralla fuerte me rodea,

A mí y mi casa nos proteges,

Gracias, mi Dios amado,

Agradezco tu ayuda,

No dejaré de alabarte nunca,

Agradecido estoy mi Dios Todopoderoso,

En ti permanezco con amor,

Nunca dejaré de orar y elevar plegarias fervorosas a ti,

Amén.

*Los Salmos empleados en la oración son 121, 16 y 91.