oración milagrosa, oración efectiva para deseo imposible a los tres Arcángeles. Los acrangeles no solo cuidan de nosotros, sino que están dispuestos a concedernos nuestros mas queridos deseos, por imposibles que parezcan. Si les oras con devoción, cada uno podrá concederte un deseo imposible, y esta oración es adecuada para llamarlos a esta acción.
Oración milagrosa a los tres arcángeles para tres deseos imposibles
Me dirijo a los tres acrangeles mas gloriosos, quienes a los hijos de Dios no desoyen, y como un fiel siervo me arrodillo para pedir sus dones milagrosos para concederme tres imposibles deseos. Yo sé que ustedes, infinitos en sabiduría y misericordía, me asistirán en mi petición y me ayudarán con lo que anhelo, porque pureza hay en lo que les pido y no son mis deseos movidos por la avaricia o superioridad, sino por anhelo sano y puro.
San Miguel, acrangel que guía legiones y protege a todos los hijos de Dios Padre, tú que eres eternamente grande y posees la luz mas brillante y pura, envía a tus legiones a que me asistan en esta tarea, y si me es posible acudir a ti personalmente, desciende hacia mi lado y concédeme este mi primer deseo.
(pedir primer deseo)
San Gabriel, glorioso acrangel que guía a los perdidos y nunca permites que queden en soledad, acude a mi llamado y manifiéstate ante mí, pues para ti no hay deseos imposibles, y cuando sepas lo que a ti te pido, lleva raudo mi mensaje ante el Altísimo para que te dé Su venia y te preste Su fuerza, y así podrás ayudar a este Su vasallo terrenal a cumplir mi segundo deseo.
(pedir segundo deseo)
San Rafaél, tú que eres la mejor de las medicinas, tú que curas todos los males y siempre estás dispuesto a prestar tu ayuda, tú que acompañas a los perdidos y les muestras el camino correcto, ayúdame con este mi tercer deseo, pues para ti será tarea sencilla.
(pedir tercer deseo)
Talvez sea mucho lo que pido, y para mí puedan parecer imposibles los deseos, mas sé con certeza, oh grandiosos acrangeles de luz eterna, que para ustedes es tarea sencilla, pues para ustedes, que surcan los cielos y caminan junto a Dios Padre, no existe lo imposible, y con tan solo un poco de su luz cualquier deseo por ustedes es concedido.
Alabados y bendecidos sean hoy y siempre, y gracias les doy por todas las veces que me han asistido y por todas las que aún me asistirán. La gloria sea con ustedes por los siglos de los siglos. Amén.
Tus deseos serán cumplidos si fervor a los acrangeles, quienes escucharán tu plegaria de buena fe y de gran espiritualidad y acudirán a tu llamada.