Eleva esta plegaria al Señor Jesús en la noche, antes de dormir, para que siga extendiendo su protección mientras duerme, y así mantenga las pesadillas alejadas de ti y puedas tener sueños plácido, estando siempre resguardado.
En el nombre de la Santísima Trinidad,
te agradezco, mi señor Jesús,
por haberme acompañado en este maravilloso día,
y por permitirme cumplir
con todo lo que tenía planeado para hoy.
Gracias por estar conmigo en todo momento
y guiar mis pasos,
trayéndome de vuelta a casa sano y salvo
y al resguardo del Señor nuestro Dios.
Y te pido, mi invaluable maestro,
que te acuestes conmigo esta noche,
para que ningún mal se atreva a acercarse a mi cama,
para que las pesadillas,
enviadas por el maligno para envolverme en la negrura,
no puedan llegar hasta mí,
y pueda tener sueños plácidos y tranquilos,
donde tú sean el protagonista de todos.
Sálvame una vez mas,
para que pueda llegar a ver otra mañana,
y para que al despertar tenga todas mis energías renovadas
y pueda acometer todo el día con vigor y entereza,
y no me falte la motivación.
Permíteme descansar mi cuerpo y mi alma,
para poder dedicarte todo mi espíritu el día de mañana
y me pueda sentir satisfecho conmigo mismo,
al saber que tendré energías suficientes
para adorarte por lo maravilloso
que siempre has sido conmigo,
manteniéndome siempre bajo tu manto celestial
incluso mientras duerme mi alma.
No me dejes solo ni un segundo,
que el enemigo siempre está al asecho
de cualquier brecha para tentar y corromper
a los hijos terrenales de Dios Padre,
atento a cuando no estemos vigilados o protegidos
por tu sagrado manto o el de tus ángeles y santos.
Líbrame del mal que esta noche me acecha,
y en el día te agradeceré y te bendeciré
por tu protección y bendición.
Bendito seas por siempre escucharme y atenderme,
y por bendecirme con tu divina compañía,
haciéndome sentir glorioso en todo momento.
Amén.
Jesús te seguirá protegiendo de todo mal incluso mientras duerme, y dormirá contigo cuando le agradezcas por toda la protección que te brindó durante el día y por haberte mantenido a salvo del maligno y de todos tus enemigos.