Oración milagrosa a San Alejo para alejar personas o enemigos

Ora esta plegaria a San Alejo antes de ir a la cama, y él sabrá mantener los malos espíritus y a tus enemigos alejados en todo momento, para que tu vida fluya con mas calma y tranquilidad.

Bienaventurado San Alejo, tú que sabes mantener el mal alejado de los hijos de Dios, tú que sabes apartar de nosotros todo lo que nos puede provocar daño, a ti te imploro que me des tu bendición para que mis enemigos sepan mantenerse alejados.

Préstame un momento tu manto sagrado, oh ilustre San Alejo, y así mis enemigos temerán acercarse a mí, porque sabrán que tu poder me protege, y tu luz será suficiente para saber que acercarse a mí es causa perdida.

No permitas que el maligno extienda su mano y me alcance, pues él nos acecha en todo momento y siempre busca la oportunidad de tentarnos y engatusarnos, mas tú siempre sabes mantenerlo apartado. No permitas que sus huestes malvadas se aproximen demasiado, y aleja de mí toda mala influencia que él quiera hacerme llegar.

Aleja las tentaciones, las malas decisiones, los malos hábitos, los malos ojos, las malas vibras y las malas lenguas. Mantén alejadas de mí a todas las personas que hablan a mis espaldas y me clavan el cuchillo cuando no los veo, e impide que me alcancen los malos deseos de los envidiosos y de todos lo que no me quieren ver progresar, de todos lo que solo quieren verme caer para sentirse superiores.

Ayúdame, San Alejo, que tú siempre acudes a los que te necesitamos, y no permitas que se me haga injusticia, porque abundan los malvados en este mundo, y todos con facilidad llevan a cabo sus malos actos, mas tú sabrás distanciarlos a todos de un fiel hijo de Dios, porque tú eres maravilloso y bondadoso por demas.

Te doy las gracias por todas las veces que has sabido mantenerme alejado del peligro, y por todas las demas ocasiones en que sabrás mantener alejados a los que solo me deseen el mal. Glorificado seas con la Gracia de Dios por siempre. Así sea.

Tus enemigos no tendrán oportunidad de acercase a ti después de que San Alejo te proteja con tu manto sagrado al orarle estas palabras con mucha fe y confianza.