Jesús mejorará todo tu día cuando te arrodilles ante él por las mañanas y le agradezcas el pan de cada día y su constante intercesion por nuestra salud y protección, y nos acompañará en nuestro trayecto para alcanzar la noche a salvo.
Gloria a ti, Señor Jesús,
sin pecado concebido.
Sean tuyas la luz y la gracia eterna de Dios Padre,
pues tú eres misericordioso con nosotros los pecadores,
y nunca nos abandonas ni nos dejas solos
en este sendero sinuoso y lleno de terrores,
y estás ahí con nosotros cada día al despertarnos
y cada noche al acostarnos.
Te pido, mi adorado señor Jesucristo,
que nos des una vez mas el pan de cada día,
para combatir con el hambre un día mas,
y que no quede ni una sola boca por alimentar,
ni un solo estómago insatisfecho,
que tus hermanos terrenales
no se queden desamparados y sin alimentos.
Tráenos también, señor mío,
agua y vino,
para saciar nuestra sed
y que no se nos seque la garganta,
impidiéndonos elevar nuestras plegarias
de ayuda y de agradecimiento.
Y te pido que me acompañes todo el día,
para que puedas corregirme a tiempo
si ves que estoy a punto que cometer alguna injuria,
si ves que mis pasos
se están encaminando hacia el pecado.
No me dejes obrar a mal,
para no faltar a la palabra de Dios Padre
y no sentirme desdichado
por haberme desviado del camino tan siquiera un segundo.
Y te doy las gracias
por todo lo que me has concedido hoy,
mi adorado maestro,
pues gracias a ti he cumplido mis metas del día,
y gracias a ti he logrado llegar hasta mi cama
a salvo y libre de terrores,
y podré dormir en paz
y con la certeza de que tú estarás a mi lado,
velando por mí
y manteniendo alejados a los seguidores del maligno
para que no me envuelvan en su eterna oscuridad.
Gracias por estar a mi lado en todo momento
y traer paz y armonía y mi vida.
Alabado seas.
No faltes a tus oraciones y encomienda tu fe y tu vida a Jesucristo, entregando toda tu confianza en la plegaria, que él te responderá y te hará sentir su calor para que sepas que está contigo.