Oración especial y bendita del día domingo

El mejor día para rezar y estar un momento con nuestra espiritualidad es el día domingo, porque es un día especial y bendito, por eso debemos rezarle una oración a nuestro creador, para entregarle nuestras alegrías y nuestras penas, medíante una oración sincera, que salga de nuestro corazón.

Dios mío, de verdad creo que eres indiscutible y creo en todo lo que nos has revelado, creo que eres el único Dios y que te reflejas en tres personas iguales y diferentes: Padre, Hijo y Espíritu Santo y sobretodo, creo que moriste y resucitaste por nosotros, librándonos de todo pecado.

Por eso creo Señor, que nos creaste a tu imagen y semejanza, por eso somos tus hijos y quieres que permanezcamos a tu lado siempre, por eso te busco Jesús, por eso quiero estar bajo tu protección amándote cada día mas, te ruego que acrecientes mi fe, que no me desampares, que nunca sienta el frio de tu abandono.

Te pido Dios santo, que tomes todas mis suplicas, mis penurias, mis dolores y mis tristezas y las tomes como si fueran tuyas, para que por medio de tu auxilio e intercesion, pueda sanar mis angustias y pueda seguir mi camino con tu luz iluminando siempre mi andar.

Mis penas no me dejan observar lo hermosa que es tu creación Señor, me ponen una venda en los ojos y tapones en los oídos para que no pueda escuchar ni ver lo que tú quieres que vea, ayúdame a quitarme todos los obstáculos que me impiden llegar a tu gracia y quedarme siempre en tu cobijo.

Ayúdame a permanecer fiel al Señor, al igual que tú lo hiciste cuando todos dudaban de ti, tu nunca desmayaste ni vacilaste en tu fe, enséñanos a tener una fe inquebrantable como la tuya que no conozca fronteras ni límites y que crezca cada día, para seamos un ejemplo digno para los demas.

Amado Jesús, que este día domingo en tu honor sea para alabarte siempre y para que en unión con Maria la Virgen, pueda alcanzar todas las glorias del Espíritu Santo por siempre, Amén.

Reza esta oración cada domingo, en un lugar tranquilo donde no seas molestado y puedas tener un pequeño tiempo de oración y meditación con Jesús, si deseas hacerlo con otras personas puedes hacerlo, pero debe ser un momento de reflexión y acercamiento con el Señor, para que su presencia te acompañe siempre.