San Miguel Arcángel, eres gran guerrero y poderoso protector. Gracias te doy porque siempre permaneces a mi lado. Nunca me desamparas, aun cuando las situaciones parezcan adversas. Por eso, acudo a ti en oración, con la confianza que me brindarás de tu amor y cuidado.
Te pido que me fortalezcas, ya que has sido designado por Dios para proteger a quienes tienen fe. Ayúdame en este momento, porque te necesito. Tu presencia me llena de confianza, bajo tus alas me siento seguro y en resguardo. Sé que entonces nada malo me sucederá, ni ningún enemigo podrá causarme mal.
Coloca escudo alrededor de mí, con tu espada defiéndeme de aquello que no puedo ver. Así mi corazón se sentirá confiado, nada puede vencerme, porque eres mi aliado y cuidador. Ninguna fuerza puede prevalecer contra ti, porque eres acrangel victorioso.
Mi espíritu se siente débil, por eso solicito que me ayudes y seas una fuente de apoyo. Eres una columna fuerte que no me deja caer en las duras circunstancias. En ti puedo descansar cuando me canso y mi corazón desmaya. No permitas que flaquee, ni me sienta inseguro.
Fortalece mi espíritu, porque se ha cansado. Pero si estás conmigo nuevo vigor me llena, y se renueva mi fe para continuar luchando sin debilitarme.
Que no importe lo que pase a mi alrededor; las injusticas del mundo, las malas acciones y palabras del hombre. Tú siempre me das aliento, renuevas mi vida. Nada malo me tocará, ni el mal podrá alcanzarme, porque me defiendes.
En el día no me abandonas, porque en toda hora permanece tu presencia a mi lado. De noche vigilas mi sueño, por eso duermo tranquilo, sin pesadillas ni temor. Descanso en forma profunda, y al igual que mi confianza mi cuerpo se revitaliza.
Dame fortaleza ante las personas que solo buscan mi perjuicio. Que mi corazón no desfallezca ante sus malas acciones y palabras. Dame la valentía de enfrentarles, haz que huyan de mí, porque tú, poderoso guerrero, les infundes temor.
Anula toda obra de maldad hecha en mi contra. Revierte lo que sea declarado contra. Defiéndeme de Satanás y sus huestes malignas que buscan dañar a los hijos de Dios. Protégeme de lo que permanece oculto ante mis ojos, y que no puedo entender.
Acrecienta mi fe, que mi alma siempre te busque en oración. Mi amor por ti se consolide, porque nunca me has fallado. Que tu poder siempre me sostenga y llene de calma. No permitas que la tormenta me abata, ni el viento borrascoso me haga tambalear, afirma mis pasos.
Dame fuerzas para enfrentar el día a día, porque no estoy solo, tú permaneces conmigo. Gracias te doy por escuchar mis oraciones, amado acrangel Miguel, príncipe fuerte, amén.
Oración a San Miguel Arcángel En Momentos difíciles por Fuerza y Confianza
Cuando la duda nos ataca la fe es una herramienta de salvación. La mejor manera de cultivarla es orando en forma continua. Realiza una oración a San Miguel Arcángel, quien es un poderoso intercesor, pídele fuerzas cuando las cosas vayan mal. Hazlo de forma díaria, y te sentirás fortalecido.