Cualquier día de la semana es especial para conectarnos con nuestro Señor a través de la oración, no es necesario que sea una oración convencional, con solo abrir tu corazón, sentirás la presencia de Jesús y las palabras fluirán naturalmente. En este día lunes, como en otro día de la semana tenemos la oportunidad de dedicar unas palabras a nuestro Dios, así que para este lunes tenemos una oración maravillosa para ti.
Señor Jesús, en este día en el que comienza mi semana, te ofrezco mi cuerpo y mi espíritu, para que con ellos puedas usarme como un instrumento de tu paz, para que los demas sigan tus pasos y puedan vivir bajo tu cobijo siempre, ilumina mi camino para servirte y alabarte todos los días de mi vida.
Los golpes de la vida me han hecho duro y me han transformado en una persona egoísta, desconfiada, pesimista, desesperanzada, insensible y cobarde, que se rehúsa a cambiar, he tenido momentos muy oscuros en mi vida, donde pensé que no tenía salida y que estaba perdido para siempre.
Ayúdame a encontrarte Señor, ayúdame a ver que estas presente en todas las pequeñas cosas de la vida, en el aire que respiro, en el sol que brilla, en mi familia, en mis amigos cercanos y en mi corazón que palpita cada día porque tú lo permites, porque tú quieres que siga viviendo en tu presencia.
Hoy, quiero entregarme a ti completamente y pedirte que me limpies, que me limpies de toda vanidad, de todo egoísmo, de toda maldad, de toda miseria y de todos aquellos sentimientos y pensamientos que me hacen mal y me alejan de ti, déjame limpio como la espuma, para no tener vergüenza de mostrarme ante ti nunca mas.
Confío plenamente en que tu gracia me transformara y me hará una persona mejor, alguien que sea un digno hijo tuyo, que se haga sentir orgulloso y que lleve una vida de acuerdo a tus directrices y enseñanzas, porque solo tú eres mi padre y solo a ti obedeceré en todo momento.
No me desampares en mi lucha de ser una persona nueva para ti, solo dependo de ti para conseguirlo, te lo pido en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Reza esta oración con fe y esperanza, con la certeza que nuestro Señor escuchara tus suplicas, haciendo que te sientas renovado y lleno de su amor, rézala en un lugar donde te sientas cómodo y dedica unos momentos para meditar en la presencia de Jesús y comenzar tu día con su palabra.