La Mejor Oración de la Mañana para iniciar el Día a San Miguel Arcángel, Oración efectiva para todos los días. Orar es una actividad necesaria para el crecimiento espiritual. Es por eso que buscar a Dios en oración es tan importante. Si realizas esta plegaria díariamente a San Miguel Arcángel te sentirás confiado sin importar lo que pase. Este ser celestial ha sido colocado por Él para cuidarnos y protegernos.

Oración de la Mañana para iniciar el Día

Amado San Miguel Arcángel, nuevamente me encuentro ante tu presencia. Como todos los días busco de ti, oro con fervor deseando que escuches mis palabras. Creo en tu poder, en ese que te ha conferido Dios para pelear por todos aquellos que poseen fe.

Creo que este día será bendecido, y que las cosas buenas me encontrarán. Sé que el enemigo no podrá levantarse contra mí, porque tu fiel compañía permanece. Arcángel poderoso, victorioso guerrero, contigo me siento seguro.

Pongo este día en tus manos, sabiendo que tienes control de él. Que todo lo bueno me alcanzará y las situaciones o agentes negativos no podrán dañarme.

Que mis labios no hablen engaños y mis oídos no estén prestos a escuchar mentiras. No quiero participar de malas acciones, ni que mi corazón se envilezca con las injusticas del mundo.

Regálame momentos de felicidad y contentamiento. Sin importar lo que pase que la sonrisa nunca se apague en mi rostro. Al contrario, que con ella pueda iluminar el mundo de otras personas.

Aleja a las malas compañías de mi vida y rodéame de aquellos que buscan el bien. Que con estos últimos pueda aprender y mejorar. Permite que yo también sea una fuente de bendición para otros.

Ten cuidado de mi familia, amigos y seres queridos. Bendice sus pasos, y permite que cada día sean mejores personas. Abre puertas nuevas para que ellos puedan crecer y tener éxito. Protégelos de cualquier enfermedad, problema y situación negativa. También, solicito de ti que les des fuerzas para soportar el día malo.

Coloco todos los días de mi semana en tus manos. Un lunes de comienzos, un martes de bendición, un miércoles de esperanza, jueves de templanza y viernes de fortaleza. Un sábado de reposo y un domingo que me prepare para esos nuevos logros. Confío que en cada momento aún lo malo se torna bueno, porque tiemplas mi corazón.

Arcángel, pelea la guerra contra el enemigo, y que sus acciones jamas puedan tocarme. No dejes que el rencor y la falta de perdón contaminen mi alma. Al contrario, pon un corazón limpio en mi pecho y un espíritu dispuesto a buscarte en todo momento.

Todos los días mi alma se goza, porque espero ver tus grandes obras. Me deleito también en los detalles, en cada cosa que has creado, incluso las mas sutiles. No quiero dar nada por sentado, por eso haz que mi alma se enternezca y disfrute de esas pequeñas experiencias.

Gracias por siempre estar a mi lado, porque todos los días cuando acudo a ti me regalas tu hermosa presencia. Infundes aliento en mi pecho y valor a mi espíritu. Me encuentro seguro, alegre, contigo el miedo se apaga, estoy fortalecido. Amén.