Seguramente alguna vez has pasado por tiempos difíciles, lo que la Biblia llama un “valle de muerte”, pero puedes tener consuelo, porque cuentas con la protección espiritual necesaria, así que no temas, Dios está contigo a dondequiera que vayas. Realiza esta oración de protección a la virgen para encontrar esa paz que necesitas.
Madre Maria por protección
Madre, en este día clamo a ti por protección divina, no me abandones en estos tiempos difíciles, porque la angustia me ha ganado y el día parece oscuro.
El valle de sombra me ha arropado, y no encuentro consuelo, con tu manto cálido protégeme de los enemigos que han buscado mi alma. Que no se oculte el sol sin que oiga tu respuesta.
Como lluvia tardía son mis lágrimas, igual que brizna en el desierto estoy, me azota el viento sin piedad. Con dolor me remuevo desde lo mas profundo, porque el miedo me ha ganado la batalla.
Miro a todos lados y no consigo paz, el contentamiento es cosa del pasado. Necesito que me protejas amada madre, con tu amor que supera todo límite, que mi corazón no puede concebir, y mis palabras se quedan cortas ante ti.
Mírame con tus ojos de amor, inicia la semana y me encuentro en angustias, líbrame de todo aquello que me causa desconsuelo, que, como saeta, penetra mi alma rompiéndola en mil pedazos.
Virgen, dame la confianza de saber que debo seguir adelante, porque encuentro fuerzas en tu ser, en la certeza que siempre estarás a mi lado. No importa si se hace de noche en mi camino, tú eres lámpara que alumbra.
Las estrellas se reflejan en ti, déjame ver tu brillo de esperanza, para que no muera en la soledad del dolor, permite que la paz me llene esta semana de bendición.
Amor entre el amor, así eres, confío en ti, en que me acompañas donde voy, que cada camino sea custodíado por los ángeles que pueblan el cielo. Si estás conmigo mi corazón no desmaya del temor, un velo de confianza pido.
Madre Maria, espero en ti, en este día difícil, pero tengo fe, tus oídos están prestos a escucharme.
Amén.
Declara esta oración teniendo la certeza que eres escuchado, porque cuando posees fe las puertas se abren, la protección está a tu lado, alrededor y, sobre todo, dentro de ti. Si crees todo será posible, no tengas miedo ni desmayes ante las situaciones difíciles, porque ayuda tienes en lo alto, confía.