Nada da mayor paz a tu alma que colocar esos sueños y pensamientos en manos de Dios, quien tiene amor y cuidado de nuestros corazones. Después de un largo día, orar y dar gracias es una forma de acercarte a Él, reflexionar y tener un excelente descanso. Haz todos los días esta oración y disfruta de unas buenas noches.
Dios amado, me acerco a ti ahora que voy a descansar, quiero darte las gracias por el día que me has permitido vivir. Descargo en ti todos mis sueños, metas e incluso las dificultades. Contigo puedo descansar tranquilo, tienes el control pleno de mi vida.
Mañana será un día de bendición, confío y tengo fe que has puesto auxilio para mí, con ángeles y personas que estarán cuando lo necesite. No temeré mal alguno, ayuda colocas cuando ni siquiera me percato de ello.
Creo en las promesas de un nuevo día, mi corazón está lleno de expectativa por el mañana. Todas las promesas que me has hecho se cumplirán, así lo creo. Mi corazón está lleno de esperanzas.
Este momento de oración es bendecido, porque estás a mi lado y puedo hablar contigo, sé que tienes gran cuidado de mí, y te importa cada uno de mis pasos.
Todo lo bueno que he vivido es por ti, cada detalle que me regalas es especial, desde el sol que nace hasta las estrellas que se dibujan en el firmamento, la sonrisa de un niño y el delicado color de las flores, gracias te doy por todo.
Te agradezco por mi familia, amigos y conocidos, porque están a mi lado, puedo compartir con ellos cada instante de mi existencia. Protégelos, así como lo haces conmigo, permite que en esta hora también puedan descansar plenamente.
Ahora que me propongo dormir, dame un reposo profundo y reparador, que pueda soñar con aquello que anhelo.
Gracias te doy, cerraré mis ojos sabiendo que me proteges, y no dejarás que ningún mal me toque. Me das aliento de vida, respiro y sé que en el aire estás presente, en todo mi ser, porque la vida que me regalas es un hermoso milagro. Amén.
No olvides confiar en quien conoce tus sueños, Él te ama con cuidado y ternura. Haz esta oración de las buenas noches y tendrás un reconfortante descanso, nada mejor para dormir con alegría y fe. Mañana será un nuevo día y tus ojos se abrirán a los nuevos sueños que Dios depositará en ti.