Dale gracias a la Virgen María por haberte protegido durante todo el día, permitiendo que llegaras a la noche sano y salvo y alejado de los males, y sobre todo agradece que sigues en salud y que te dio los alimentos del día.
Gloria a ti, Virgen María,
que por nosotros has velado el día de hoy,
y nos has enviado a tus ángeles
para que cuiden de nosotros,
manteniendo alejadas a las huestes del maligno
para que no nos desviaran del camino
ni nos hicieran caer en sus tentaciones pecaminosas.
Te agradezco que me hayas ayudado
en todo cuanto he hecho en el día,
para haber alcanzado la gloria
que he alcanzado hasta esta noche.
Por tu gracia me siento agradecido y en paz,
y podré dormir plácido
sabiendo que obré para bien
y que he cumplido con todo lo que hoy tenía que hacer.
Y te agradezco que hayas traído alimentos a mi mesa,
permitiéndome saciar mi hambre un día mas.
Y que me hayas guiado agarrado de la mano,
permitiéndome llegar sano y salvo a mi destino,
sin extraviarme en ningún momento.
Te elevo mi corazón y mi espíritu,
oh gloriosa madre,
para darte las gracias por lo maravilloso
que ha sido este día
gracias a tu divina intervención,
que ha hecho posible que todo cuanto me he propuesto
me haya salido bien.
Y, sobre todo,
por haber mantenido al maligno
y a todos su seguidores
alejados de mí,
rechazando sus malos deseos
y sus malvadas hechiceria,
impidiendo que me alcancen
y extiendan su oscuridad sobre mí,
porque tú nunca me dejas solo
y no permites que mis enemigos me hagan daño.
Y soñaré hoy con ángeles y querubines,
pues tu gracia aún seguirá conmigo hasta el amanecer,
impidiendo que los demonios se alimenten de mis sueños
y que puedan aprovecharse
de la debilidad de mi cuerpo dormido.
Me voy a la cama en paz,
pues me siento realizado gracias a ti y tu intercesion,
que has sabido guiarme correctamente,
como siempre lo has hecho,
y has impedido que mi actos
se hayan vuelto pecaminosos y ofensivos.
Te entrego mi corazón
para que lo guardes esta noche,
que contigo estará a salvo.
Así sea.
Reza antes de ir a la cama, para que la Virgen María también te acompañe durante el resto de la noche, conmovida por tu amor hacia ella y por tu agradecimiento, que es alimento divino.