Para pedir a nuestro Señor por la sanación de enfermedades, puedes rezar esta oración todos los días sábados, ya que son días especiales en la semana y así, podrás dedicar un espacio de tu tiempo y concentrarte en pedirle a nuestro Dios que interceda por los enfermos de tu familia y el mundo.
Oh sagrado Jesús, tu curaste a los enfermos y levantaste a los muertos de sus tumbas, por eso acudo a ti a implorarte que alivies este mal que me aqueja y que no me deja tener tranquilidad en mi vida y que solo tú con tu manto sagrado puedes sanar.
He tenido esta dolencia por mucho tiempo y he buscado muchas maneras de sanar, siguiendo los consejos de personas extrañas a mí, pero ninguno me ha ayudado y solo han empeorado mi situación, por eso acudo a ti creador celestial, porque sé que solo tú podrás hacerme sentir mejor.
Te pido perdón por no haber acudido a ti antes, mi soberbia no me dejaba ver que necesitaba tu ayuda y solo me hundí aún mas en mi miseria, pensando que podría encontrar la sanación por otra vía, en lugar de buscarte y pedir tu auxilio, para vencer esta enfermedad que me debilita cada vez mas.
Por eso Señor Jesús, en este día sábado especial, te imploro que me concedas la cura a mi enfermedad, que alivies mis dolores y me cubras con tu manto, para que ningún mal pueda tocarme y dañarme, haz de mi cuerpo un templo sagrado donde nada maligno entra y donde solo reine armonía y paz.
Y no solo te pido por mí, también te pido por los miles de enfermos que ahora están sufriendo, cobíjalos en tus brazos, dales consuelo y sana sus heridas, para que ellos también sean instrumento de tu amor y conozcan tus bondades. Hay tantas personas que necesitan tu ayuda Señor, por favor intercede por ellos siempre.
Protégenos Santo Padre de toda enfermedad y peligro que pueda acecharnos, queremos estar sanos y fuertes para seguir proclamando tu nombre en todos los lugares, para que todos sepan que la inmensidad de tu gloria, Amén.
Debes rezar esta oración todos los sábados a la hora que mas te convenga y donde nadie te moleste, si tienes un conocido enfermo, puedes rezarla a su lado o si se puede, que la persona rece contigo, para que así también pueda ser bendecido por nuestro salvador Señor Jesús.