Oración a San Cipriano para protección contra brujería y contra magia negra, Existen influencias espirituales negativas que pueden causar perjuicio a nuestras vidas. Si quieres evitar las asechanzas del enemigo lo mejor es realizar una oración a San Cipriano. Este santo tiene el poder para protegerte de toda hechicería y trabajos de magia.
Oración para Protección contra brujería a San Cipriano
Excelso San Cipriano,
Custodio y protector,
Elevo una oración a ti,
Necesito de tu cuidado,
Porque el maligno quiere dañarme,
Cúbreme,
Bendito santo,
Escucha mis ruegos.
Oh, Poderoso liberador,
Defiéndeme de este acoso que estoy sufriendo,
Porque mi alma se turba,
Me sobrepasa,
En mi humanidad no puedo luchar contra esto,
Te suplico que me ayudes,
No dejes que sufra perjuicio,
No permitas que mis enemigos
Tengan la victoria,
Que toda persona que hace el mal
Sea anulada y bloqueada.
Ayúdame, auxíliame,
Porque sobre mí pesa este acoso,
Te pido protección contra ello,
Sobre todo trabajo de brujería y hechicería,
De cualquier maleficio y pacto,
De agua fuego o sangre,
De santería o palería,
San Cipriano, despeja mis caminos,
Cualquiera que sea su naturaleza, anúlalos,
Libérame de cualquier atadura,
Con el poder que Dios te ha conferido,
Con la autoridad que el Señor te ha dado,
Bríndame la guía que necesito
En estos momentos de dificultad,
Amado cuidador.
San Cipriano poderoso,
Que ningún espíritu asignado me alcance,
Protégeme de los demonios,
De los espíritus malignos,
Pido tu ayuda,
Manda a los arcángeles para que me auxilien,
Así puedan guerrear por mí,
En conjunto con mi ángel de la guardia,
Rescátame de este acoso.
Bajo tu amparo estoy,
Si permaneces a mi lado
Mis enemigos no pueden contra mí,
Descubre toda mala intención,
Aléjame de mis enemigos,
Quebranta sus planes,
Cada una de sus obras,
Con manto poderoso me proteges,
Tu luz divina me cobija,
Nada he de temer
Porque permaneces conmigo.
Cúbreme con tu justicia y amor,
Nada podrá afectarme,
Ninguna asechanza me dañará,
Los ángeles custodios acampan a mi alrededor,
Protegen mi hogar,
Cada momento de mi vida,
Cuando ando y estoy en casa,
Durante la jornada de trabajo,
Por eso siempre duermo tranquilo.
Declaro que ningún mal de ojo me daña,
¡Estoy custodiado!
Tu santísimo poder no permite que me causen mal,
Manifiéstate en mi vida,
Con grandeza haz la obra,
Santo misericordioso,
Eres mi mediador,
Protector amado.
Gracias, San Cipriano,
Porque me salvas del mal,
Ningún maleficio puede tocarme,
Nada me causará mal
Ni destruirá mi vida,
Me encomiendo en tus manos,
En las de mi Dios amado,
Amén.